Viva Camajuaní

Camajuaní, Camajuaní,

Somos pioneros de Camajuaní

Vengo a contarte y demostrarte

Lo que en cultura tenemos aquí

Ven a estudiar, ven a luchar

En cada frente dirás presente

Te espero ya, únete a mí

Hay que ser cultos como lo soñó Martí

Te traigo para ti

Saludos de Camajuaní

Abrazos te daré y yo tu mano estrechare

Ven compañero ya

Tu puesto aquí a mi lado está

Tenemos que vencer

Como le prometimos a Fidel

¡Si Fidel!

 Cada estrofa se repite 2 veces

Esta medalla está confeccionada en metal plata, lo cual se relaciona con las fechas de constitución del Ayuntamiento y se conserva entre los fondos del museo; en su anverso presenta el escudo de Camajuaní. A su alrededor se lee: I Ayuntamiento de Camajuaní. Año MDCCCLXXXII. En su reverso dice: Constituido el primero de Enero de 1879. Tiene las siguientes medidas, largo: 40 milímetros, ancho: 75 milímetros.

Corona real moderna: es una insignia de jerarquía y dignidad, estando formado por un círculo de oro, enriquecido de piedras preciosas, con 8 florones semejantes a las hojas de apio, entrepuestos de una perla, levantados, cubiertos de otras tantas diademas cargadas de perlas, cerradas por lo alto y sobre ellas, en la parte en que se juntan, un globo de oro centrado y cruzado de una cruz llena de lo mismo.

El campo de plata es simple, es decir, sin particiones o cuarteles, tiene forma redonda o de rodela, ya que este estilo es el utilizado milenariamente en representación de los antiguos pueblos.

Se seleccionó el metal plata porque éste simboliza el mes de enero, fecha en que se crea el municipio de Camajuaní y porque dicho metal significa inocencia, blancura, virginidad, al igual que los que traen plata en sus armas están obligados a defender a las mujeres y a amparar a los huérfanos y débiles.

Las insignias que identifican a Camajuaní están dispuestas artísticamente, llenando todo el campo del escudo, sin tocar los extremos de éste, según las reglas de la Heráldica, y están compuestas por: una colmena antigua con entrada visible, techada de guano y cubierta de yaguas, circundada por abejas, que simbolizan la laboriosidad en todas las esferas de la vida.

Alrededor de la colmena y sus abejas, que emblemáticamente simbolizan al trabajador pueblo de Camajuaní, fue colocada a la derecha de ésta, una cornucopia (cuerno de la abundancia) de sinople (verde) vertiendo hacia el centro y a la vista frutos y flores propios de ese territorio. Sobresaliendo a la diestra de la colmena y por encima de la cornucopia, un azadón y un rastrillo como instrumentos de trabajo agrícola, le siguen en ese orden una rama de palma, que en representación de ese árbol simboliza la incorruptibilidad del hombre que vive en esta tierra.

A la izquierda de la colmena y en su base, es colocada una rama de hojas y flores de tabaco como una de las principales producciones de este territorio, y por encima de ésta se incluyen otros aperos de labranza. Al fondo un plantón de caña de azúcar, como el más importante renglón productivo de Camajuaní.

En la base del campo del escudo aparece inscrita la frase: LABOR PRIMA VIRTUS, escrita en latín y que enuncia una importante declaración para los camajuanenses: El Trabajo es la Primera Virtud, evidenciando una permanente inclinación o propósito de los hombres que viven en ese territorio, la cual ha llevado desde siempre a disfrutar de la prosperidad que les ha brindado el trabajo como única fuerza proveedora de riquezas y transformadora de la vida.

Como ornamentos exteriores que adornan el escudo, encima de su campo y dispuestas en un bello ramo que abarca toda su parte superior hasta casi la mitad de éste, aparecen flores y frutos que son el jeroglífico de la fecundidad y el amor.

Debajo del escudo, y unidas por un lazo de cinta de pergamino con los colores patrios (azul - azur, blanco - plata y rojo - gules) aparecen dos ramas, una de palma simbolizando el virtuosismo y la incorruptibilidad, y la otra de encina, que simboliza el civismo, el ánimo fuerte, el antiguo poder, la nobleza y la fuerza. Todas las armas ubicadas dentro del campo del escudo, al igual que los ornamentos exteriores aparecen en su color natural.

En el año 1936 y siendo alcalde Sergio M. Valdés Alba se le dio colores al escudo llevándolo a un óleo en tela con un fondo verde que simboliza la fertilidad del suelo camajuanense. Todas las armas ubicadas dentro del campo del escudo, al igual que los ornamentos exteriores presentan su color natural.